Llegamos al ecuador de la semana. Los ánimos todavía a tope y el cansancio todavía no ha hecho mella suficiente. Así que hoy ha sido día de caminata hasta la ermita de San Medardo, santo local muy querido. Se encuentra en un bonito paraje, allí donde unos bueyes ("bous") se detuvieron mientras trasladaban los restos del santo y donde brotó una fuente de agua que aún mana. El lugar está a una hora andando desde el albergue. Allí se han realizado varias actividades de relajación a través de la escucha de los sonidos del bosque, recuperación de recuerdos e interacción con árboles.
También se han recogido materiales de la naturaleza sin dañarla para realizar un magnífico mandala por la tarde.
Ducha, revisión de habitaciones y cena...como todos los días.
Por la noche, últimas representaciones teatrales y juegos libres por grupos.
Aquí quedan para el recuerdo algunas imágenes del día:
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