Ya estamos en el ecuador de nuestro viaje, los alumnos afianzan sus conocimientos de esquí con sus monitos Marta, Pablo e Iñaki. Todo iba sobre ruedas hasta que tuvimos el primer contratiempo, una de nuestras valientes alumnas cayó en la última pista que hacían ese día. Se encontraba dolorida y con un dolor intenso en la rodilla, por lo que tuvimos que ir al centro de salud, no fue nada grave pero se acabó el esquí para ella los próximos días.
Nos atendieron muy rápido, por lo que pudimos llegar a tiempo a nuestra visita en la ciudadela. Fue una visita muy divertida donde los alumnos pudieron tocar a tres ciervos que se estaban recuperando de una lesión y pudieron entrar al foso a conocer a los otros 23 ciervos que corrían en semilibertad por el foso de la ciudadela hasta que se recuperen para estar listos para volver a correr por el monte. Fue una visita apasionante donde descubrimos la gran misión que lleva haciendo esta organización durante 50 años, ayudando a ciervos enfermos a recuperarse y trabajando con asociaciones de personas con autismo.
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